Al fin se acabaron las fiestas, eso sería el pensamiento del adulto, pero no así lo que piensan los niños, que por lo menos en casa, se lo han pasado estupendamente. Los Reyes son el punto y final de unas fechas familiares y entrañables, por lo menos es así como pretendemos que vivan nuestros niños estas fiestas. Ha sido precioso ver como los primos jugaban incansablemente mientras los demás nos dedicábamos a preparar todo lo que posteriormente comeríamos.
Lo mejor, esos ojitos inocentes presenciando una cabalgata que anunciaba la llegada de unos, muy esperados, Reyes Magos cargados con muchísimos paquetes llenos de ilusión y magia. Luego de una noche llena de nervios en la que conciliar el sueño es tarea prácticamente imposible de realizar, llega un pronto amanecer con los gritos de alegría y júbilo al descubrir los paquetes debajo del árbol.
Quizá para algunos este año haya acabado la mágia infantil para dar paso a la complicidad del adulto, pero lo mas importante es conservar esa llama inocente que nos hace ser niños una vez al año.
0 comentarios:
Publicar un comentario